2012: La Profecia Maya
"...Algo maravilloso esta por venir; no importa que oscuro este el presente."
Rabindranath Tagore
El Fin del Mundo. El Caos. El Apocalipsis. Últimamente la profecía Maya, que se basa fundamentalmente en la terminación de su Calendario, cuyo ciclo de 5,125 años de duración terminaría justamente el 21 de Diciembre de 2012, en el día del solsticio de invierno ha alcanzado tales niveles de popularidad y urgencia que algunos escritores de gran prestigio han planteado que la humanidad experimentaría –por una parte- una positiva transformación física o espiritual, que marcaría el comienzo de una nueva era, mientras que por otro lado, otros han sugerido que la fecha de 2012 marcaría el fin de todo el sistema de cosas que conocemos –incluida la Tierra y todo ser viviente que la habita- producto de un cataclismo global sin precedentes o algo similar.
Otra
visión mucho más apocalíptica y aterradora del año 2012 también se ha propagado
en varios medios informativos, describiendo el fin del mundo o de la
civilización humana en esa fecha. Esta visión ha sido promovida de una manera u
otra a partir una corrida mediática (televisión, diarios, cine, Internet) que
ha encontrado por igual a seguidores y detractores por sugerir que enormes
tormentas solares, cambios de polos magnéticos, fenómenos naturales
cataclísmicos, terremotos, erupciones volcánicas, huracanes, tsunamis, cambios
climáticos de envergadura producto del enfriamiento global y otros drásticos
desastres naturales “quizá” ocurra en 2012.
¿Es cierto o no lo es? -cabria preguntarse, y aunque no me atrevería a desmentirla, tampoco le daría todo el crédito que debaten entre si aquellos que defienden la teoría y los otros que la rebaten. Demasiada tela por donde cortar. Pero, veamos de una manera llana y sencilla, sin tantos vericuetos científicos o laberintos religiosos que hay de cierto o falso en todo esto y ustedes mismos hagan sus propias conclusiones.
De acuerdo con el Popol Vuh, un libro que agrupa los detalles de las cuentas de creación conocidas en el grupo étnico maya Quiche de las altas tierras de la era colonial, actualmente vivimos en el cuarto mundo. El Popol Vuh afirma que los primeros dioses crearon tres mundos fallidos; el cuarto mundo tuvo éxito y prosperó, La “fecha cero” de la cuenta larga se calcula aproximadamente alrededor del 11 de Agosto de 3114 A.C. y se convirtió en el hogar del hombre actual. En la cuenta larga, cada mundo previo terminó al cabo de la decimotercera era del Baktun (un periodo que se ha calculado próximo a los 5125 años).
En 1957, la astrónoma estadounidense Maud W. Makemson escribió que "la fase completa de un gran período de 13 baktunes podría haber sido de suma importancia para los mayas". Mientras tanto, en 1966, el escritor estadounidense Michael D. Coe afirmó en su libro Los mayas que “en el día final del decimotercer baktun, el Armagedón podría sorprender a la gente inicua de este mundo y a toda creación”.
La interpretación apocalíptica de Coe fue renovada por otros investigadores hacia inicios de 1990. Contrariamente, más tarde se llego a la presunción de que la fecha final de baktun podría, tal vez, ser motivo para una celebración y que no necesariamente marcaría el fin del calendario. Según el experto en cultura maya Mark Van Stone: “…No hay nada en la profecía maya o azteca o antiguos mesoamericanos para insinuar que profetizaron un cambio repentino o grandioso de cualquier tipo en 2012. La noción de un final por venir es una invención completamente moderna”. En 1990, los eruditos Linda Schele y David Freidel argumentaron que los mayas “…no concibieron esto para ser el fin de la creación, como muchos lo sugieren”. Susan Milbrath, conservadora del Museo de Historia Natural en Florida declaró que “…la comunidad arqueológica no tiene registros o conocimientos de que los mayas creyesen que el mundo se terminaría en el 2012. Para los antiguos mayas, esto fue una gran celebración que marca el fin de un gran ciclo”, dijo Sandra Noble, directora ejecutiva de la Fundación para el Avance de Estudios Mesoamericanos. Presentar al 21 de diciembre de 2012 como un evento apocalíptico o un momento de cambio cósmico, “es un invento total y una gran oportunidad para mucha gente de obtener dinero.”
A mediados de los años 90, se afirmaba que el antiguo pueblo maya tuvo la intención de entablar el fin de su calendario en el solsticio de invierno de 2012, que cae el 21 de diciembre. Esta fecha se alineo con una idea que se denominó “la alineación galáctica”. Según la teoría, en el sistema solar los planetas y el Sol comparten aproximadamente el mismo plano de órbita, conocido como el plano de la eclíptica. Desde nuestra perspectiva en la Tierra, la eclíptica es el camino por donde el Sol viaja nuestro cielo en todo el año. Las constelaciones que alinean la eclíptica son conocidas como el zodiaco y, por todo el año, el Sol pasa por cada constelación en su turno. Adicionalmente, con el tiempo, el paso anual del Sol aparece retroceder en sentido contrario al de las agujas del reloj por un grado cada 72 años. Este movimiento, llamado presesión es atribuido a una ligera oscilación del eje de la Tierra mientras esta gira. Como resultado, aproximadamente cada 2.160 años, la constelación visible en la primera mañana de la primavera del equinoccio cambia. En la tradición astrológica occidental, esto señala el final de una era astrológica (Piscis) y el comienzo de otra (Acuario). En el curso de los 26.000 años, la presesión hizo un circuito completo alrededor de la eclíptica.
Justamente como el equinoccio de primavera en el hemisferio norte está actualmente en la constelación de Piscis, entonces el solsticio de invierno está actualmente en la constelación de Sagitario, que es la constelación zodiacal cruzada por el ecuador galáctico. Cada año para los últimos 1.000 años, el solsticio de invierno, desde la superficie de la Tierra, el Sol y el ecuador galáctico aparece hacia dentro de la alineación, y cada año, la presesión empuja la posición del Sol un poco más a través de la Vía Láctea.
John M. Jenkins sugiere que “los mayas basan su calendario en las observaciones de la Gran Grieta, una banda de nubes de polvo oscuro en la Vía Láctea, que ellos lo llaman el Xibalba be o Carretera negra”. De acuerdo a la hipótesis, el Sol se alinea exactamente con su punto de intersección en el solsticio de invierno de 2012, cuya conjunción seria el presagio de una transición espiritual profunda para la humanidad. Los defensores de la Nueva Era de la hipótesis de “la alineación galáctica” discuten esto, y justamente como la astrología usa las posiciones de las estrellas y los planetas para hacer afirmaciones de eventos futuros, los mayas argumentan sus calendarios con el objetivo de prepararse para eventos mundiales significativos.
Ahora bien. ¿Cuanto de cierto hay en todas estas suposiciones?
Mientras que los astrónomos argumentan que el ecuador galáctico es una línea enteramente arbitraria, y que nunca puede ser determinado con precisión, (seria muy difícil -si no imposible- determinar exactamente donde comienza o termina la Vía Láctea) algunos eruditos mayas han propuesto que algunas fechas santas mayas fueron controladas para ciclos de presesión. Aun así y a pesar de ubicar la evidencia histórica de los eventos importantes en los solsticios o equinoccios las opiniones acerca del tema han permanecido divididas.
De manera que, viéndolo así, ¿que nos depararía la llegada del 21 de Diciembre del 2012 y que podríamos esperar que suceda? Recuerdo perfectamente la forma en que el mundo en general estuvo pendiente de la llegada del nuevo milenio con buenos pronósticos y malos pronósticos. Una ensalada de muchos ingredientes. Cierto es que con el comienzo de una nueva era, grandes y escalonados avances desde el punto de vista tecnológico, por ejemplo, se han sucedido a una velocidad supersónica, trayendo como consecuencia cambios radicales en las comunicaciones, que nos ha llevado a un mundo cada vez mas globalizado -aunque paradójicamente, menos compartido- cuando debería por analogía ser todo lo contrario pero, definitivamente, un mundo diferente en muchos aspectos, cuyos características seria muy prolongado enumerar. De la misma forma, no es menos cierto que el mundo también ha experimentado y aun lo experimenta fenómenos naturales y no tan “naturales” de gran envergadura que han sumergido en el infortunio y la tribulación a muchos países y sus habitantes. El ataque terrorista a las torres gemelas del World Trade Center, la crisis económica mundial y las agitaciones sucedidas en el oriente medio y otras partes del mundo han revolucionado notablemente la manera en que, probablemente, nos dirigimos hacia un nuevo orden mundial. Pero, el optimismo me alienta a pensar que si algo sucederá en esa fecha podría de alguna manera mitigar el desenfreno y la prontitud como estamos viviendo en estos días. Si el 21 de Diciembre de 2012, esta destinado a ser una fecha relevante que, inevitablemente, cambie el rumbo de la historia, me inclino a pensar, que emerja como una transformación que paulatinamente nos haga mejores seres humanos, amantes de nuestros semejantes y conscientes de que el futuro seria mucho mejor si a ello contribuye el buen juicio y la cordura de todos los que habitamos la Tierra. Si así fuera, bienaventurados sean los mayas por vaticinarnos tan tempranamente el final de un ciclo y el comienzo de uno mejor.
Rabindranath Tagore
Por JtvLion
El Fin del Mundo. El Caos. El Apocalipsis. Últimamente la profecía Maya, que se basa fundamentalmente en la terminación de su Calendario, cuyo ciclo de 5,125 años de duración terminaría justamente el 21 de Diciembre de 2012, en el día del solsticio de invierno ha alcanzado tales niveles de popularidad y urgencia que algunos escritores de gran prestigio han planteado que la humanidad experimentaría –por una parte- una positiva transformación física o espiritual, que marcaría el comienzo de una nueva era, mientras que por otro lado, otros han sugerido que la fecha de 2012 marcaría el fin de todo el sistema de cosas que conocemos –incluida la Tierra y todo ser viviente que la habita- producto de un cataclismo global sin precedentes o algo similar.
La Gran Piramide de Chitzen Itza |
¿Es cierto o no lo es? -cabria preguntarse, y aunque no me atrevería a desmentirla, tampoco le daría todo el crédito que debaten entre si aquellos que defienden la teoría y los otros que la rebaten. Demasiada tela por donde cortar. Pero, veamos de una manera llana y sencilla, sin tantos vericuetos científicos o laberintos religiosos que hay de cierto o falso en todo esto y ustedes mismos hagan sus propias conclusiones.
De acuerdo con el Popol Vuh, un libro que agrupa los detalles de las cuentas de creación conocidas en el grupo étnico maya Quiche de las altas tierras de la era colonial, actualmente vivimos en el cuarto mundo. El Popol Vuh afirma que los primeros dioses crearon tres mundos fallidos; el cuarto mundo tuvo éxito y prosperó, La “fecha cero” de la cuenta larga se calcula aproximadamente alrededor del 11 de Agosto de 3114 A.C. y se convirtió en el hogar del hombre actual. En la cuenta larga, cada mundo previo terminó al cabo de la decimotercera era del Baktun (un periodo que se ha calculado próximo a los 5125 años).
En 1957, la astrónoma estadounidense Maud W. Makemson escribió que "la fase completa de un gran período de 13 baktunes podría haber sido de suma importancia para los mayas". Mientras tanto, en 1966, el escritor estadounidense Michael D. Coe afirmó en su libro Los mayas que “en el día final del decimotercer baktun, el Armagedón podría sorprender a la gente inicua de este mundo y a toda creación”.
La interpretación apocalíptica de Coe fue renovada por otros investigadores hacia inicios de 1990. Contrariamente, más tarde se llego a la presunción de que la fecha final de baktun podría, tal vez, ser motivo para una celebración y que no necesariamente marcaría el fin del calendario. Según el experto en cultura maya Mark Van Stone: “…No hay nada en la profecía maya o azteca o antiguos mesoamericanos para insinuar que profetizaron un cambio repentino o grandioso de cualquier tipo en 2012. La noción de un final por venir es una invención completamente moderna”. En 1990, los eruditos Linda Schele y David Freidel argumentaron que los mayas “…no concibieron esto para ser el fin de la creación, como muchos lo sugieren”. Susan Milbrath, conservadora del Museo de Historia Natural en Florida declaró que “…la comunidad arqueológica no tiene registros o conocimientos de que los mayas creyesen que el mundo se terminaría en el 2012. Para los antiguos mayas, esto fue una gran celebración que marca el fin de un gran ciclo”, dijo Sandra Noble, directora ejecutiva de la Fundación para el Avance de Estudios Mesoamericanos. Presentar al 21 de diciembre de 2012 como un evento apocalíptico o un momento de cambio cósmico, “es un invento total y una gran oportunidad para mucha gente de obtener dinero.”
Ciencia
versus Profecía
A mediados de los años 90, se afirmaba que el antiguo pueblo maya tuvo la intención de entablar el fin de su calendario en el solsticio de invierno de 2012, que cae el 21 de diciembre. Esta fecha se alineo con una idea que se denominó “la alineación galáctica”. Según la teoría, en el sistema solar los planetas y el Sol comparten aproximadamente el mismo plano de órbita, conocido como el plano de la eclíptica. Desde nuestra perspectiva en la Tierra, la eclíptica es el camino por donde el Sol viaja nuestro cielo en todo el año. Las constelaciones que alinean la eclíptica son conocidas como el zodiaco y, por todo el año, el Sol pasa por cada constelación en su turno. Adicionalmente, con el tiempo, el paso anual del Sol aparece retroceder en sentido contrario al de las agujas del reloj por un grado cada 72 años. Este movimiento, llamado presesión es atribuido a una ligera oscilación del eje de la Tierra mientras esta gira. Como resultado, aproximadamente cada 2.160 años, la constelación visible en la primera mañana de la primavera del equinoccio cambia. En la tradición astrológica occidental, esto señala el final de una era astrológica (Piscis) y el comienzo de otra (Acuario). En el curso de los 26.000 años, la presesión hizo un circuito completo alrededor de la eclíptica.
Justamente como el equinoccio de primavera en el hemisferio norte está actualmente en la constelación de Piscis, entonces el solsticio de invierno está actualmente en la constelación de Sagitario, que es la constelación zodiacal cruzada por el ecuador galáctico. Cada año para los últimos 1.000 años, el solsticio de invierno, desde la superficie de la Tierra, el Sol y el ecuador galáctico aparece hacia dentro de la alineación, y cada año, la presesión empuja la posición del Sol un poco más a través de la Vía Láctea.
John M. Jenkins sugiere que “los mayas basan su calendario en las observaciones de la Gran Grieta, una banda de nubes de polvo oscuro en la Vía Láctea, que ellos lo llaman el Xibalba be o Carretera negra”. De acuerdo a la hipótesis, el Sol se alinea exactamente con su punto de intersección en el solsticio de invierno de 2012, cuya conjunción seria el presagio de una transición espiritual profunda para la humanidad. Los defensores de la Nueva Era de la hipótesis de “la alineación galáctica” discuten esto, y justamente como la astrología usa las posiciones de las estrellas y los planetas para hacer afirmaciones de eventos futuros, los mayas argumentan sus calendarios con el objetivo de prepararse para eventos mundiales significativos.
Ahora bien. ¿Cuanto de cierto hay en todas estas suposiciones?
Mientras que los astrónomos argumentan que el ecuador galáctico es una línea enteramente arbitraria, y que nunca puede ser determinado con precisión, (seria muy difícil -si no imposible- determinar exactamente donde comienza o termina la Vía Láctea) algunos eruditos mayas han propuesto que algunas fechas santas mayas fueron controladas para ciclos de presesión. Aun así y a pesar de ubicar la evidencia histórica de los eventos importantes en los solsticios o equinoccios las opiniones acerca del tema han permanecido divididas.
De manera que, viéndolo así, ¿que nos depararía la llegada del 21 de Diciembre del 2012 y que podríamos esperar que suceda? Recuerdo perfectamente la forma en que el mundo en general estuvo pendiente de la llegada del nuevo milenio con buenos pronósticos y malos pronósticos. Una ensalada de muchos ingredientes. Cierto es que con el comienzo de una nueva era, grandes y escalonados avances desde el punto de vista tecnológico, por ejemplo, se han sucedido a una velocidad supersónica, trayendo como consecuencia cambios radicales en las comunicaciones, que nos ha llevado a un mundo cada vez mas globalizado -aunque paradójicamente, menos compartido- cuando debería por analogía ser todo lo contrario pero, definitivamente, un mundo diferente en muchos aspectos, cuyos características seria muy prolongado enumerar. De la misma forma, no es menos cierto que el mundo también ha experimentado y aun lo experimenta fenómenos naturales y no tan “naturales” de gran envergadura que han sumergido en el infortunio y la tribulación a muchos países y sus habitantes. El ataque terrorista a las torres gemelas del World Trade Center, la crisis económica mundial y las agitaciones sucedidas en el oriente medio y otras partes del mundo han revolucionado notablemente la manera en que, probablemente, nos dirigimos hacia un nuevo orden mundial. Pero, el optimismo me alienta a pensar que si algo sucederá en esa fecha podría de alguna manera mitigar el desenfreno y la prontitud como estamos viviendo en estos días. Si el 21 de Diciembre de 2012, esta destinado a ser una fecha relevante que, inevitablemente, cambie el rumbo de la historia, me inclino a pensar, que emerja como una transformación que paulatinamente nos haga mejores seres humanos, amantes de nuestros semejantes y conscientes de que el futuro seria mucho mejor si a ello contribuye el buen juicio y la cordura de todos los que habitamos la Tierra. Si así fuera, bienaventurados sean los mayas por vaticinarnos tan tempranamente el final de un ciclo y el comienzo de uno mejor.
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