El "sueño" Americano o la broma perpetua


“…Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, que persigue invariablemente el mismo objetivo, evidencia el designio de someterlos bajo un despotismo absoluto, es el derecho de ellos, (el  pueblo) es el deber de ellos, derrocar ese gobierno y proveer nuevas salvaguardas para su futura seguridad.”

Declaración de Independencia de los Estados Unidos de America


Por JtvLion:



Para algunos –la escasa minoría- es un sueño hecho realidad, para otros, un conjunto bastante numeroso, es una pesadilla;  para la inmensa mayoría, es aquel que nunca se va, es decir, permanece todo el tiempo sin que se pueda recuperar la cantidad de horas que necesitamos para dormir. En eso se ha convertido el sueño americano.


Entre las ejecuciones hipotecarias, que no hay quien las detenga, los aumentos desmedidos de las primas de las compañías aseguradoras,  los inventos de algunos “cerebritos” que andan por ahí, ganando mas de cien mil dólares al año y sentados en una oficina, con la finalidad de timarnos el bolsillo a toda costa (como esa propuesta diabólica que ha estado asomándose poco a poco y que consiste en establecer un cargo a pagar por las millas que recorremos a diario); los peajes o “tolls”, que nos han estado robando “legalmente” cada centavo que nos ganamos con el sudor de nuestra frente; las cortes de bancarrota que no escatiman esfuerzo para exprimir a aquellos que se declaran en quiebra y que apenas tienen un trabajo para malamente seguir subsistiendo día a día, sin otro recurso que el de contar únicamente con su salud, sus brazos y piernas para continuar batallando hasta que no quede salud para ello y que en vez de ayudar al que nada tiene ─¡por eso se declara en bancarrota!-  le quita sin piedad los pocos recursos que le quedan para dejarlo desamparado en el abandono y el desconcierto.


Aquellos funcionarios electos por nosotros y que supuestamente debían representarnos y protegernos, por encima de cualquier cosa, no hacen mas que traicionar la confianza del pueblo que ha depositado su fe en las promesas de cambios de la que cada uno hace alarde en sus campañas políticas y que al final, solo queda en eso: promesas y palabras que se lleva el viento. Desde el gobernador: un millonario políticamente incompetente que nadie entiende para que aspiró a ese escaño si desde que llegó a la envestidura no ha hecho mas que cortar beneficios y ayuda a diestra y siniestra y ha estado vetando la posibilidad real de crear miles de empleos ahora y largo plazo cuando se negó rotundamente a que el estado pudiera beneficiarse con la inyección de dinero federal para la construcción de un tren-bala. Un hombre que ha permitido que las compañías aseguradoras del sur de la Florida, estén haciendo añicos la economía de la ¿clase media? Si a causa de la burbuja inflacionaria que provoco el “crack” económico del país entero a mediados del año 2007, sumiéndolo en una recesión de la que aun no se recupera en la actualidad, millones de norteamericanos han perdido sus casas, sus empleos, su estabilidad económica, condición que todavía prevalece muy a pesar de aislados esfuerzos que se han realizado con el objetivo de levantar a país, no se puede obviar que “a río revuelto, ganancia de pescadores” lo que significa que todas aquellas compañías, de cuyos servicios no podemos prescindir, como las aseguradoras de automóviles, casas, salud; las autoridades multimillonarias de carreteras que no conforme con las tasas altísimas que nos cobran en cada peaje, aspiran a aumentos cada cierto tiempo con la venia de aquellos reguladores que deberían o que están ahí para no permitir que exploten la billetera del pueblo y cuyas decisiones regulatorias hacen exactamente lo contrario. Hasta el mas insignificante alcalde condal, que no aprueba los aumento de los impuestos a la propiedad, es cierto, pero que no hace mas que recortar presupuesto para mantener los salarios descomunales que conservan algunos puestos que nada resuelven en beneficio de la comunidad.


El aumento de la tasa criminal, el aumento de los niveles de pobreza, el aumento del desempleo, el aumento del combustible, el aumento de la canasta familiar, el aumento del costo de los servicios… Todo ha estado aumentando a una escala jamás vista y no parece haber soluciones alternativas que detengan el incremento exagerado del costo de la vida o la seguridad publica… ¡A donde vamos a llegar! ¿Quien será aquel que acabe de poner la casa en orden? ¿Cómo se entiende que en estos tiempos de reajuste y penuria económica, donde cada norteamericano que puede gana un dólar, termina gastando tres, las grandes compañías en vez de aflojar nos estrangulan cada vez mas en busca de mayores ganancias? ¿Por qué tanto robo y fraude a los programas federales que buscan ayudar a los de menos recursos? ¿Por qué el deplorable fraude de las boletas ausentes? ¿En que se ha convertido este país –o este estado, para ser más exactos- que no esta haciendo nada en contra de las penurias y tribulaciones por la que estamos pasando sus residentes?


La realidad nos cae entonces con el peso de una montaña. Nuestra sociedad que en una época alardeaba de ser la mejor del mundo, con sus defectos, claro esta y sus problemas internos, pero que nos daba a todos la oportunidad de poder superarnos y de aspirar a tener un nivel de vida medianamente decente, ha ido quebrantándose cada vez mas en detrimento de aquellos que dependemos de un empleo, el que sea, para darle a nuestras familias un techo modesto y el pan de cada día y se ha puesto al lado de los grandes monopolios que ostentan el poder económico. Lo que importa es el “cash”. Y todo parece indicar que no hay salida. Es un lugar de asfixia creciente. El futuro se ha ido empañando y solo va quedando lugar para aquellos privilegiados que tienen el poder que nosotros mismo les hemos dado. Es la ley de la selva, donde el más fuerte destruye al indefenso para predominar. Lo cotidiano se ha desnaturalizado para convertirse en una verdadera pesadilla que muestra la falsedad humana, la falta de humanidad y sinceridad, las traiciones y la desesperanza. El principal resultado se traduce en un estado generalizado de resignación y conformismo que no nos lleva a ninguna parte y que provoca paulatinamente que la bota que nos pisa la cabeza inmisericorde sea cada vez mas pesada y que solo contribuya al deterioro de la sociedad norteamericana. Me hace recordar el Preámbulo de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de America cuando cita: “…toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia mediante la abolición de las formas a las que está acostumbrada.”


Pero, también me hace recordar que: “[…] que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el  pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad.” 

Alguien, o algunos, o muchos, en algún momento tendrán que, solo por principios, hacer cumplir esa sentencia. 

Eso, o irnos en una balsa… de los Estados Unidos. La verdad… no nos va quedando otra alternativa.

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