Andrew, el huracan asesino.
Por JtvLion:
Aquella mañana
del 24 de agosto de 1992, hace ya 20 años, el panorama que se asomaba desde Florida City, Homestead,
hasta el sur de Coral Gables, en el sur de la Florida era desolador. Yo,
afortunadamente, no viví la experiencia, pero mi padre me contaba que en la
madrugada de ese día, se encontraba con su hermano y su familia en un modesto
apartamento cerca de Leisure City, propiedad de mi tío, intentando con un
colchón camero, entre tres hombres, contener que se viniera abajo la puerta
deslizante de cristal que daba al patio de la casa, que ondulaba como papel de
imprenta ante la fuerza desbordante de los vientos que azotaban la zona.
Durante seis horas seguidas, desde el momento en que el ojo de Andrew toco
tierra hacia el sur de Florida City, los tres hombres batallaron sin cesar,
hasta que la fuerza sobrenatural del meteoro finalmente arrancó de cuajo el
techo de la casa, la puerta deslizante del patio trasero y dos ventanas, dejando
en pie solo las paredes circundantes y llevándose en su furioso recorrido todas
las pocas pertenencias familiares, muebles, adornos, efectos eléctricos y todo
lo que hasta ese momento se había mantenido en pie. Para ese momento, ya mi padre, mi tío, su
esposa y sus dos hijos, un niño y una niña se habían resguardado en el único
reducto que ofrecía el mínimo de
seguridad: Uno de los baños, en el ala este del apartamento, que se resistía a
ceder ante la fuerza de la naturaleza y cuya estructura pudo a duras penas
oponerse a los embates de las ráfagas de vientos huracanados que asotaron ese
día el sur de la Florida. Sobrevivieron, gracias a Dios, pero la huella imborrable que el paso del huracan dejo en su memoria, los marco para siempre.
El huracán Andrew — con vientos sostenidos
de unos 175 mph (280 kph) — barrió el sur del condado Miami-Dade, en la Florida, causando
15 muertos, pulverizando 25.524 casas, dañando 101 mil 241 viviendas y dejando
a 250 mil personas a la intemperie. El costo de los daños en aquel entonces,
fue de alrededor de 25,000 dólares (45,000 dólares en nuestros días) Dejó
temporalmente sin vivienda a cerca de 353,000 residentes del condado y arrojo
al abandono, permanentemente a casi 40,000 personas. Casi 1,5 millones de
personas quedaron sin electricidad por aproximadamente 6 meses. Fue el desastre natural mas costoso de los Estados Unidos hasta que, en el 2005, el huracan Katrina casi borra del mapa geografico a la ciudad de New Orleans. Andrew desembarcó con su máximo nivel destructivo: categoría 5 en la escala de
intensidad Saffir-Simpson y sus feroces vientos derribaron edificios, árboles,
postes de electricidad, volcaron vehículos, arrancaron las señales de las
calles y colapsaron a Miami. Como desvastada por la explosión de una bomba
nuclear, la imagen de la ciudad, con sus edificios históricos pintados de vivos
colores, sus calles flanqueadas por hileras de palmeras y la atmósfera
tranquila propia de una pequeña ciudad del sur de Florida, en Homestead, cambió
de forma drástica y definitiva por la destrucción.
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Florida City, en el sur de la Florida, quedo desvastada como por la explosion de una bomba nuclear. |
Uno de los
lugares que resultó más afectado fue una importante base aérea del ejército de
EE.UU. Tras el huracán, muchos militares abandonaron el área, lo que cambió la
demografía de la zona. Sólo en Homestead, el Centro Nacional de Huracanes
estima que el huracán destruyó completamente el 99% de todas las casas móviles
y casi el 72 por ciento de todas las viviendas existentes en la zona. Los
habitantes de la ciudad todavía recuerdan cómo el huracán dejó irreconocible su
ciudad. “No había puntos de referencia, no había árboles, no había nada”, dijo
un residente. “He vivido en Homestead toda mi vida y sin embargo no podía
encontrar mi casa”.
Pero, los fuertes
vientos y la destrucción no fueron los únicos problemas que vivieron los
habitantes de Homestead. Ruth Campbell, una mujer de 92 años que dirige el
Museo Histórico de la ciudad, recuerda que “parecía como si un tren estuviera viniendo
y uno sentía que podía chocar en cualquier instante. Ese fue el sentimiento
durante la tormenta. Sin embargo, los primeros en llegar no fue la Cruz Roja, fueron
los hombres del infierno: los ladrones”.
Jason Robles, de
62 años, también recuerda como la mayor parte de su casa estaba totalmente
destruida y su negocio -un gran almacén de herramientas con una oficina-
también quedó muy dañado: “Recuerdo la mañana después del huracán, sobre las 7
de la mañana, vi como había gente que estaba saqueando el almacén. Salían de él
con equipos eléctricos, herramientas y otras cosas. Entró en vigor la ley
marcial. Así que a partir de entonces todo el mundo iba armado. Llego la
Guardia Nacional y se estableció un toque de queda. Si alguien lo violaba era
arrestado. Pero, en algunos lugares, ya sea en una vivienda destruida o en un negocio del
cual no había quedado prácticamente nada, habían letreros que advertían que
quien violara la propiedad le dispararían. Fue algo muy doloroso.”
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Mas de 72% de todas las viviendas quedaron parcial o totalmente destruidas. Cerca de 1.5 millones de usuarios quedaron sin electricidad por alrededor de 6 meses. |
El paso del
huracán Andrew por el sur de la Florida, causo tanta ruina y devastación, que los
escombros que volaban a causa de los vientos de la tormenta arrasaron con los
instrumentos de medición del viento con base en la tierra, y los cortes de corriente
extendidos hicieron que los equipos de medición eléctricos fallaran. Los
vientos eran tan fuertes que muchos instrumentos para medir la velocidad del viento fueron incapaces de registrar los vientos máximos. Posteriormente, las
observaciones de viento y medidas del reconocimiento de los aviones caza
huracanes, la presión central, el análisis de satélite, el radar, y la
distribución de escombros y fracasos estructurales fueron usados para estimar
los vientos huracanados.
El impacto social
causado por Andrew fue enorme si se toma en cuenta que antes del huracán Andrew,
había toda una generación de residentes del sur de la Florida que jamás habían
experimentado un huracán. Además, había incluso más residentes que acababan de
trasladarse al área, y nunca habían experimentado ninguna clase de tormenta
tropical o huracán.
La conexión con
la muerte y destrucción causada por la tormenta y el paso de Andrew fue una experiencia muy traumática para aquellos
residentes. Muchos decidieron alejarse a una región más segura del país
mientras otros decidieron quedarse y tratar de reconstruir sus casas y
negocios. Este proceso tomó años para completar.
Una cosa positiva
que surgió de este era el hecho que Andrew levantó la conciencia y conocimiento sobre huracanes, y obligó a muchos subfloridanos a tomar medidas de precaución
antes de que una tormenta hiciera su aparición cercana a las costas de la
Florida. Podría decirse que el estado de preparación de Florida no era del todo
tan eficiente como en la actualidad. No obstante, si no es por los esfuerzos
combinados de personal de dirección de emergencia así como el estado de
preparación ante la llegada de un fenomeno atmosferico y programas de evacuación, podría
haber habido una aún mayores pérdidas humanas y económicas.
El sur de la Florida,
sin embargo, ha continuado mejorando sus estándares de preparación por códigos
de construcción revisados que fueron un verdadero dolor de cabeza como
consecuencia del Huracán Andrew. Como consecuencia, los estándares de
construcción de la Florida, en la actualidad, son los más resistentes en la
nación.
Le mande un mensajito al Miami Herald que tu eres un señorson escritor!! So si te llaman ofreciendote trabajo, recuerda llamarme con un invitacion a cenar!! eeejejejeje.. no pero, no es broma, es verdad! Love youuuuu!!!! Tu hija <3
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