Jose Fernández: otro joven estelar que se somete a la "Tommy John"
Por Jorge Lion
Jose Fernandez lanza un juego en el Marlins Park |
La devastadora noticia de que el astro de los
Marlins de Miami José Fernández requirió de una cirugía Tommy John, para
repararle el ligamento colateral del cúbito en el codo derecho (en ingles, ULC:
ulnar collateral ligament) ha golpeado con fuerza este punto neurálgico de las
Grandes Ligas, una vez mas, como si, por añadidura, necesitáramos un
recordatorio
Se confirmó la noche del viernes que el Dr.
Neal ElAttrache realizó con éxito la operación en la Clínica Kerlan-Jobe de Los
Ángeles, la cual terminó la temporada para el joven cubano. El regresará a Miami
y comenzará de inmediato su programa de rehabilitación y recuperación, un proceso promedio que oscila entre 12 y 18 meses.
"Estamos muy contentos de que la cirugía
de José salió bien. Estamos seguros de que [Jose] se acercará a su
rehabilitación con la misma energía y pasión que son su marca registrada
", dijo Michael Hill, presidente operaciones de béisbol de los Marlins.
" Esperamos tenerlo de vuelta con el equipo cuando volvamos a Miami la
próxima semana.
Desde el comienzo de los entrenamientos de
primavera , Fernández será el lanzador 18 en un roster de Grandes Ligas que se han
sometido a la reconstrucción del codo debido a un desgarro en el ligamento
colateral cubital, superando ya el promedio 2000-11 (15,8) y casi igualando
el total de la temporada pasada de 19.
Por otra parte, Fernández se convirtió en el
tercer lanzador de los siete mejores abridores más rápidos - que lanzan desde
la pasada temporada (con un mínimo de 100 innings)- que se somete al
procedimiento. De ese grupo, Matt Harvey tuvo la operación el año pasado y
Stephen Strasburg en septiembre de 2010.
Otros lanzadores con bolas rápidas en el rango
de 100 mph, como Matt Moore, Neftalí Feliz, Bruce Rondón y Jordan Zimmerman,
también necesitaron una cirugía Tommy John en los últimos años.
Todos queremos y amamos la velocidad. Es uno
de los mayores encantos en el juego, especialmente cuando se trata de un lanzador joven que tiene fuego en su bola rápida.
Pero, parece que esto también es muy
arriesgado.
"Eso no es exactamente una coincidencia", dijo Glenn Fleisig, director de investigación
del Instituto de Medicina Deportiva de Estados Unidos en Birmingham, Alabama,
y un experto en la biomecánica de pitcheo.
Fleisig cree que los avances en el entrenamiento y
la nutrición han ayudado a más lanzadores a alcanzar su capacidad máxima, lo
que resulta en más lanzamientos por encima del 95 mph a expensas de
los ligamentos y tendones del brazo, que no reciben el mismo beneficio de la
ejercitación en el rango que lo hacen los músculos, por lo que finalmente se
sobrecargan y se descomponen.
En pocas palabras, un aumento de velocidad
lleva consigo un mayor riesgo.
El conocido cirujano James Andrews ha dicho
que, en los últimos años, los lanzadores han informado de que le hace mas daño
a su codo de lanzar un cambio de velocidad dura, por ejemplo, de entre 8-9 mph más lento que
su bola rápida.
"Están manipulando sus antebrazos para
poner un poco más en él ‘‘, dijo Andrews. " Eso ha sido, sin lugar a dudas, un nuevo factor de riesgo en los últimos 2-3 años ‘‘.
La gran mayoría de las lesiones del ligamento
del codo, sin embargo, son el resultado del uso y desgaste. La dificultad aparece al averiguar en qué etapa de la carrera de los lanzadores sucede, y qué hacer
para evitarlos.
El as de pitcheo de los Marlins, ha sido el último de los jóvenes valores de las Grandes Ligas en someterse a una operación Tommy John |
Ambos doctores, Fleisig y Andrews, coinciden
en que los lanzadores de todos los niveles están sosteniendo una lesión de
ligamentos en una edad mucho más temprana, -a menudo en el rango de 12 a 15 años de edad
- y aconsejan que jugar durante todo un año, al menos para los lanzadores, no
es saludable.
Ellos realizaron un estudio de 10 años en el
cual mostraron que los adolescentes que lanzaron más de 100 entradas en un año
calendario completo son tres veces más propensos a tener una cirugía a los 20 años que
los que no lo hacen.
Por otra parte, esos lanzadores adolescentes
que participan en los torneos regulares universitarios son los que llaman la
atención de los cazatalentos y los programas de béisbol colegiales.
“Usted quiere que el jugador aparezca como que
ha hecho lo suficiente para desarrollar su oficio, su fuerza y resistencia,
pero… ¿Tendrá, de alguna manera, rupturas microscópicas permanentes que nadie ha
descubierto? '', dijo Fleisig. " ¿Habrá desarrollado estas rupturas microscópicas
permanentes en las ligas menores, o en la escuela secundaria, o en la universidad?
Nadie sabe.
Probablemente será imposible decir cuándo
Fernández - que nació en Cuba, desertó a los EE.UU. a los 15 años y se
convirtió en una selección de primera ronda de los Marlins – se produjo el daño.
Lo que está claro es que la pérdida de la
superestrella de 21 años, Novato del Año de la Liga Nacional de la temporada
pasada, y que con un inicio prometedor, lideraba las Grandes Ligas en ponches propinados, deja un vacío enorme,
tanto para los Marlins, sus fans como para el béisbol en general.
El torpedero de los Rockies de Colorado, Troy
Tulowistky, quien por lo general no es partidario de los lanzadores de otros
equipos, hace una excepción con Fernández.
“Si tuviera que elegir para ver a alguien y lo que
aporta al juego cada día, sería José ‘‘, dijo Tulowitzki, quien además batea de
9-1 (.111) con seis ponches vs. Fernández. " El chico sale a competir como
nadie lo hace. Su personalidad es obviamente electrizante. Verlo, como tiene que
perderse todo un año debido a la lesión, es decepcionante para todos. Uno realmente lo siente por
el muchacho ‘‘.
Lo sucedido a José Fernández, si al principio
nos costó creerlo, mucho más nos costó aceptarlo. Ha sido muy duro para todos
los que lo seguimos y se puede sospechar cuán difícil ha sido para él y para su
familia. Desde ahora el camino será largo y todos confiamos en que el muchacho
podrá salir airoso de esta terrible prueba. En esa delicada empresa que le
espera, le aseguramos que puede contar con el apoyo incondicional de todos los
fanáticos que le seguimos y admiramos.
Quiero agregar que este chico tiene todas las
credenciales de una súper estrella y ya de hecho lo estaba demostrando. Con un
calibre innato de un pitcher Todos Estrellas, José posee una madurez inusual en un chico
de su edad, con un aplomo y confianza en sí mismo en el montículo propias de un
veterano. Y me atrevo a asegurar que cuando salía a lanzar ya su presencia
imponía un respeto intimidante en los bateadores contrarios. De ahí proviene, tal
vez, esa admirable habilidad para ponchar contrarios que no la veía
recientemente, desde los tiempos de Randy Johnson y Roger Clemens.
Pero, José además era una chispa insurgente
dentro del clubhouse, una luz que irradiaba expectativas, un manantial de frescura
genuina y una fuerza motriz de auténtica energía contagiosa. Si a eso le sumamos sus cualidades como ser
humano, su humildad, su sonrisa constante, no cabe duda de que ha sido un golpe
demoledor, no solo para los Marlins y sus fans, sino para todo el gremio de las
Grandes Ligas. En resumen, es tan lamentable lo que le ha sucedido, pero es algo
sobre lo que, a veces, no se tiene control. Solo quisiera desearle al muchacho todo el
éxito posible en su operación, (la cual ya sabemos que fue exitosa) una pronta y sólida recuperación y un regreso triunfal.
Sin embargo, me pregunto si las Grandes Ligas deberían ya tomarlo en serio,
dada la hemorragia de lesiones de este tipo y su consecuente cirugía Tommy
John, y hacer un atento y minucioso estudio sobre los factores de riesgo y las
condiciones preexistentes que están dañando las carreras de muchos lanzadores
con un futuro brillante.
Me parece que ya es demasiado, ¿no creen?
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